“Yo creo que se esperaba que esta generación fuera igualitaria de manera automática, y eso es imposible, queda mucho trabajo por hacer”
Marina Marroquí (Educadora Social)
Unos sesenta alumnos del instituto Celso Díaz participaron en la jornada de ayer en un taller sobre violencia de género. Parecía una actividad más que, a priori, no despertaba un gran interés entre estos jóvenes, pero nada más lejos de la realidad. La educadora social Marina Marroquí pronto despertó su atención dirigiéndose directamente a ellos y entrando en su realidad. Un mundo que lamentablemente sigue dejando cifras importantes de chicas maltratadas por sus parejas.
Marina Marroquí es la presidenta de la Asociación Ilicitana contra la Violencia de Género y esta semana ha estado en Arnedo, dentro del ciclo ‘Febrero es pública’, organizado por las asociaciones de madres y padres de los centros educativos públicos arnedanos. Se dio a conocer en el programa ‘Salvados’ de Jordi Évole, donde contó su propia experiencia como mujer maltratada a los quince años. Hoy a los 28 recorre toda España enseñando a los más jóvenes a reconocer cuando están sufriendo machismo, ya que contrariamente a lo que pueda parecer muchas veces no es tan fácil identificarlo.
Durante la jornada del martes trabajó con escolares del instituto Virgen de Vico y de los colegio La Estación y Antonio Delgado Calvete, y en la mañana del miércoles les tocó el turno a los alumnos del Celso Díaz. Durante casi tres horas, estos jóvenes identificaron estereotipos que la sociedad ha normalizado, así como mensajes machistas muy comunes en chistes, publicidad, películas o canciones, y que tanto calan en la juventud. Por ello, Marina Marroqui considera fundamental el trabajo con los jóvenes.
Estos talleres, cargados de risas, emoción y reflexión están funcionando muy bien, sobre todo en los chicos, que también descubren el alto precio que pagan por el machismo. Por eso tiene que quedar claro, que la lucha contra esta lacra social es cosa de todos.
Marina Marroquí ha llegado a más de 9.000 jóvenes durante el pasado año a través de estos talleres, pero es consciente de que es solo un pequeño paso, ya que hay un largo camino que recorrer para alcanzar una generación igualitaria de manera real.
Ante esta situación, es necesario que jóvenes, padres y sociedad en general tomemos conciencia de este grave problema y trabajemos por una educación en igualdad y respeto, para entre todos conseguir que nadie sea controlado, insultado, vejado o maltrato por la persona que ama.
