Un ejemplo en tiempos convulsos

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Por Javier García (Alcalde de Arnedo)

Vivimos tiempos convulsos. Pareciera que, cuanto más avanza la sociedad, más progresa la civilización y la interdependencia opera entre los estados y las naciones, se tendría que dar una mayor convivencia y colaboración. Y lo cierto es que no hay motivos para ejercer de gran cenizo, pero encontramos episodios que nos llevan a una preocupación por el discurrir de las relaciones entre territorios en el ámbito de la política y la geopolítica.

Es por eso que nuestras fiestas esconden un mensaje hermoso. El que tiene que ver con la convivencia, el respeto y la actitud de compartir tradiciones, afectos y costumbres entre territorios que, siendo singulares, tienen mucho en común. Soy un firme defensor de los puentes frente a los muros, por eso no me gustan las actitudes y estrategias que pretenden reducir, separar y dividir. No solo España tiene problemas de entendimiento entre territorios, también lo vemos en Europa con el Brexit o con el proteccionismo que pretenden imponer líderes de las dos Américas, la del norte y el sur.

Así que, en tiempos en los que es más necesario que nunca el entendimiento, la conversación y el acuerdo entre diferentes, los arnedanos reivindicamos la necesidad de compartir. Nuestra tradición es, en suma, convivencia y afecto. Vecindad entre dos territorios, el Navarro y el Riojano, que cada 27 de septiembre se encuentra para clamar lo bonito que resulta escucharse, entenderse y compartir una tradición como el Rosario de la Aurora y el Robo de los Santos. Tradiciones que nos recuerdan que solos somos más débiles, y que juntos, aunque preservando nuestras singularidades, llegamos más lejos.
Este aspecto, en el que quizá no todo el mundo recala, es para mí un valor muy importante. Esta fiesta tiene mucho de alegría, de sabor, de tradición, de música, de taurino, etc. Pero tiene además este aspecto, que representa un ejemplo de convivencia y respeto entre diferentes. Un valor que empieza a escasear y del que conviene presumir. Hagámoslo.

Felices fiestas.