EL JABÓN, PROYECTO EMPRESARIAL DEL COLEGIO SAGRADO CORAZÓN

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Los alumnos venderán sus jabones, con fines solidarios, en el Mercado de Cooperativas Escolares en Logroño el próximo 7 de junio

“Enjabona2 SC” y “El sexto jabón”, son los nombres de las dos empresas que han puesto en marcha las dos clases de 6º de Primaria del colegio Sagrado Corazón. Se trata de dos productoras y comercializadoras de jabón casero, a base de productos totalmente reciclados.Una iniciativa enmarcada en el programa “Aprendiendo a emprender” que un año más ha impulsado la Obra Social de Ibercaja y la Consejería de Educación del Gobierno de La Rioja en nuestra comunidad autónoma, para que los escolares conozcan de primera mano los pasos y requisitos necesarios en la creación de un negocio empresarial. Tras el éxito educativo, personal y social que la iniciativa tuvo el pasado año con dos empresas de confección de chanclas, este centro arnedano se ha vuelto a sumar al proyecto a través de una nueva promoción de alumnos que se han implicado y entusiasmado con cada paso de este proceso.

La idea de elaborar jabón casero surgió de un proyecto anterior titulado “Misión salvar el planeta”, basado en el cuidado del Medio Ambiente, en el que los alumnos realizaron jabón en un taller impartido por sus abuelas. Esta fue la semilla del proyecto empresarial que en el mes de febrero echó a andar y que en estos momentos está a punto de concluir con unos resultados inmejorables.
Fomentar el espíritu emprendedor dentro el aula es objetivo fundamental de este proyecto empresarial, que surgió hace ya cuatro meses con la creación de las dos cooperativas, una por cada clase. Se convocaron elecciones y se eligieron los cargos de presidente, secretario y tesorero, que en el caso de la empresa “Enjabons2SC” fueron Álvaro, Rubén y Jorge respectivamente.
Ángela, Marc y Sofía fueron la presidenta, secretario y tesorera de la cooperativa “El sexto jabón”. Y así ambas firmas comenzaron a dar los primeros pasos para que lo que hasta el momento era una idea se transformase en realidad. Se eligió la forma jurídica de la empresa, se redactaron los estatutos, se definió el capital de los socios y se procedió a abrir una cuenta bancaria. De gran utilidad para todo ello, fueron las visitas que los alumnos realizaron a la empresa de calzado Himalaya y al Centro Tecnológico, donde les explicaron en primera persona todo lo necesario para iniciar un negocio.
Una vez realizada la fase administrativa, llegó el momento de conformar los equipos que integran la empresa, teniendo en cuenta para ello, los gustos, las virtudes y las capacidades de cada uno de los alumnos.
El equipo de producción es uno de los más numerosos, ya que sobre ellos recae buena parte del proceso de elaboración del jabón, en el que estos jóvenes se han convertido ya en unos auténticos profesionales., siguiendo como ellos dicen ‘la receta de la abuela’.
Una vez desmoldados los trozos de jabón, con diferentes formas y tamaños, deberán ser puestos a secar durante el periodo de un mes para que adquieran la textura deseada. Finalizado este procesos, los propios alumnos, siguiendo los consejos de una de las madres de los alumnos, son los encargados del envolverlos y empaquetarlos, con telas, papeles, lanas y cartones, ya que para estas empresas es fundamental la utilización de materiales reciclados.
Pero más allá del proceso de elaboración, la cooperativa también cuenta con otros sectores igualmente importantes para dar a conocer y vender los productos. Uno de ellos es el departamento de diseño, encargado de crear los logotipos y la imagen de marca del producto. De hecho este equipo ha podido conocer nociones básicas dentro del mundo de diseño, gracias en parte a los consejos que recibieron en su visita al Escuela Superior de Diseño de LA Rioja.
También destacado el trabajo del área de compra-venta, donde el estudio de mercado que han realizado les ha permitido calcular el número de jabones que han tenido que realizar, y que superan el centenar.
Evidentemente no todos los jabones han salido bien a la primera, y algunos como en todo proceso de fabricación presentaban pequeñas taras, que el departamento de calidad se ha encargado de solventar, para que el producto adquirido por los consumidores fuera de una excelente calidad.
Y con el almacén repleto tras un intenso trabajo productivo, solo queda dar a conocer estos jabones caseros. El encargado de hacerlo es el área de publicidad y marketing, que pone la atención en los potenciales clientes para mostrarles su producto, en este caso lo han hecho a través de la creación de varios folletos publicitarios.
Gracias a esta experiencia, los niños han adquirido competencias emprendedoras personales y de grupo, así como valores relacionados con la iniciativa, el compromiso, la capacidad de innovación, la responsabilidad o la actitud para trabajar en equipo.
Fundamental en el proyecto ha sido también la colaboración de las familias, no solo con el respaldo de la actividad, sino incluso con la colaboración directa a través de diferentes ideas que han facilitado el trabajo de los alumnos.
Y aunque a día de hoy lo ven muy lejano, quizás esta experiencia haya despertado en algunos de estos jóvenes las ganas de en un futuro poder crear su propio negocio empresarial.
Además, el programa no pierde de vista su dimensión social, pues un porcentaje de los beneficios obtenidos por la venta de jabones, el próximo 7 de junio en el Mercado de Cooperativas Escolares en Logroño, se destinarán a una ONG o entidad benéfica que la propia cooperativa escolar decidirá.
Llevar a cabo este proyecto ha supuesto muchos meses de trabajo, que se ha hecho más intenso si cabe en esta recta final del curso, pero el entusiasmo de estos alumnos y sus profesores ha hecho mucho más fácil un camino en el que además de trabajar las competencias básicas desde un punto totalmente experiencial y atractivo, también han profundizado en valores como la iniciativa personal, la cooperación, la responsabilidad y el sentido crítico.
Durante este curso, además de haber aprendido a realizar jabones de una forma totalmente artesanal y medioambientalmente sostenible, estos jóvenes han llenado sus mochilas de trabajo, compromiso, creatividad, compañerismo y, sobre todo, de una gran experiencia que sin duda no olvidarán fácilmente.