Javier Nart apoya ‘Ciudadanos’ Arnedo

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“Nosotros no queremos nuestro trozo del pastel, respetaremos a la formación política que sea elegida por los ciudadanos, pero con exigencias de transparencia, responsabilidad y acuerdos en sanidad y educación”

Javier Nart (Eurodiputado Ciudadanos)

El Hotel Virrey acogió la reunión que el eurodiputado de Ciudadanos Javier Nart mantuvo con los simpatizantes y candidatos de esta agrupación política. Un encuentro que contó con el candidato a la alcaldía Pedro Marín, quien agradeció la presencia del político en la Ciudad del Calzado, afirmando que supone un importante apoyo y motivación de cara a las próximas semanas de campaña.
Enmarcado en la visita que realizó a nuestra comunidad autónoma, este acto contó con las palabras de Nart que se dirigió a los allí presentes para desgranar brevemente los detalles de la base política del partido. Según el eurodiputado, el hastío y hartazgo de los españoles es palpable, por ello buscan la transparencia y la democracia real como respuesta a la demanda de los ciudadanos de nuestro país. Algo que se podría conseguir eliminando algunos cargos públicos y contratando a funcionarios para la administración pública, según el eurodiputado, teniendo en cuenta además la incompatibilidad de dos cargos políticos como es el caso del alcalde, Juan Antonio Abad, que según Nart, provoca la desatención de una de las dos instituciones.
De cara a los próximos comicios municipales y autonómicos, Javier Nart aseguró que los pactos no serán punto de mira de Ciudadanos, un partido político cuya intención es respetar la decisión del electorado, sea cual sea, y presionar durante la legislatura para conseguir sus objetivos; objetivos que pasan por un mayor control sobre las cuentas de los partidos políticos y acuerdos en aspectos como la educación y la sanidad.
Desde su cargo como eurodiputado, Nart es consciente de la imagen que España proyecta en Europa en cuanto a corrupción y transparencia. Por ello aboga por una política más austera, más clara y más cercana al ciudadano, sin grandes obras faraónicas, con un comportamiento más democrático y una apuesta clara por el funcionariado, considerado más eficaz y honrado en sus funciones para la gestión pública.