Programa Estimulación Temprana

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El Colegio Sagrado Corazón da a conocer el proyecto de estimulación temprana en el que se encuentra inmerso

Si algún día entran al colegio Sagrado Corazón y se encuentran a niños arrastrandose mientras bajan las escaleras no se extrañen, porque están haciendo “la lagartija”. Una actividad que forma parte del programa de estimulación temprana para niños de 3 a 7 años que el centro desarrolla desde hace ya tres años.

En muchas ocasiones nos vemos condicionados por una sociedad cada vez más sedentaria, que provoca en las personas una falta de movilidad física, incluso en los más pequeños. Por ello, y lejos de convertirse en una moda, la estimulación temprana se convierte en una necesidad a tener en cuenta, ya que el movimiento está directamente relacionado con el desarrollo neuronal, y su práctica permite asentar las bases para futuros aprendizajes.
La repetición constante y secuencial de estímulos o ejercicios, y de actividades con base científica, refuerzan las áreas neuronales. Durante la estimulación, no sólo se potencia adecuadamente el desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional de los niños sino que también se amplía su desarrollo individual, sus capacidades, su predisposición y su ritmo. Conscientes de estos beneficios desde hace ya algunos, la comunidad educativa del Sagrado Corazón ha querido aumentar en este curso la presencia del proyecto de estimulación temprana en el centro, con un programa más sistematizado, aumentando los días de chándal en los pequeños y adaptando los horarios y los espacios del propio colegio para desarrollar las distintas actividades marcadas, que buscan ante todo encontrar la motivación de los alumnos y trabajar de una forma divertida todo tipo de movimientos físicos, así como aspectos de carácter intelectual.
Gatear, hacer equilibrios o atravesar colgado la escalera. Se trata de un conjunto de actividades muy atractivas para los pequeños a través de las cuales trabajan, casi sin darse cuenta, la coordinación, la lateralidad, la psicomotricidad gruesa y fina o la concentración. Pero cada niño es diferente, por ello el programa de estimulación temprana no se plantea como un aspecto a evaluar sino como una experiencia para que cada uno la pueda vivir libremente y a su ritmo. Día a día los niños realizan más rápido los ejercicios propuestos, adquiriendo no sólo una seguridad motora sino también una seguridad a nivel general.
El pasado lunes y dentro de la programación anual de estimulación temprana, el colegio Sagrado Corazón contó con la presencia de una especialista en la materia que valoró como se ha implantado en el centro este programa. Durante la jornada también se desarrolló un encuentro con los padres de los alumnos y es que dar a conocer como se trabaja con los pequeños es fundamental, así como la implicación de las familias en el proyecto, puesto que la estimulación temprana también conviene realizarla en los hogares.
Los niños nacen con un gran potencial y son los padres, profesores y quienes rodean al pequeño los encargados de que ese potencial se desarrolle al máximo, aprovechando siempre la capacidad y plasticidad de su cerebro, y recordando que la estimulación que recibe el niño en sus primeros años de vida constituye la base de su desarrollo futuro.