La comunidad autónoma de La Rioja notificó el pasado sábado 8 de agosto al Ministerio de Sanidad del Gobierno de España la detección de un nuevo brote de COVID-19 localizado en Logroño y que afecta a cinco personas que se encuentran en asilamiento en sus domicilios. “Su vínculo epidemiológico está originado en el ámbito del ocio familiar”, apuntan desde el Gobierno regional. La detección de este brote se ha producido a raíz de las labores de seguimiento de los casos confirmados de la enfermedad, tanto sintomáticos como asintomáticos, y al de sus contactos estrechos, a los que se les realiza pruebas diagnósticas para cortar lo antes posible la cadena de transmisión del coronavirus.
Según informan el Gobierno de La Rioja, en la región, actualmente, se cuenta con un rastreador por cada 3.700 habitantes, y en el proceso de seguimiento de contactos se identifican de media unos seis contactos estrechos por cada caso confirmado.
Todos los brotes de COVID-19 detectados en La Rioja están siendo de “pequeña magnitud” y “están controlados” con los equipos de seguimiento de contactos, apuntan.
Actualmente, estos son los brotes activos en La Rioja:
- Brote en Nieva de Cameros, notificado el 2 de agosto: cuatro casos confirmados.
- Brote en Alesanco, notificado el 5 de agosto: seis casos confirmados.
- Brote en San Asensio, notificado el 7 de agosto: seis casos confirmados.
- Brote en Logroño, notificado el 8 de agosto: cinco casos confirmados.
DATOS ACUMULADOS EN ARNEDO
Desde el comienzo de la pandemia a principios del mes de marzo, en total, en La Rioja se han confirmado 4.269 casos positivos de coronavirus. De todos estos infectados, 1.498 riojanos necesitaron ser hospitalizados, y 91 fueron ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos. En cuanto a la cara más dramática de la pandemia, en la región han fallecido un total de 366 riojanos.
En Arnedo, concretamente, se han producido hasta el día de hoy 107 contagios, de los cuales, 30 de ellos se han diagnosticado a través de PCR en la residencia de personas mayores.
