Como cada 27 de septiembre los arnedanos y arnedanas se acercaron ayer al tempo de San Cosme y San Damián para rendir homenaje a sus santos patronos. Este año, eso sí, la celebración no pudo darse como todos ya conocen.
Y es que, la pandemia sigue afectando a nuestra forma de vivir, y limitando los actos sociales, por tradicionales y arraigados que sean. No por ello los vecinos de Arnedo han dejado de lado su devoción por estos santos médicos. Y es por eso que ayer la iglesia volvió a llenarse de fieles que, con la esperanza de unas fiestas venideras mejores, se han adaptado a las actuales.
Entre ellos, el alcalde de Arnedo, Javier García, quiso depositar una ofrenda floral a los santos antes de comenzar la misa. Le acompañaron, además, el resto de integrantes del consistorio arnedano. También lo hicieron el alcalde de Andosilla y la consejera de Agricultura en el Gobierno de La Rioja, Eva Hita. Asimismo, el Ayuntamiento a la iglesia el pebetero que, con sus llamas, recuerda a las víctimas perdidas por el coronavirus.
En esta solemne misa, se rindió homenaje a todas las personas que han fallecido a causa de la pandemia, y a las que han cuidado de todos en los peores momentos de estos meses.
Tras la eucaristía no se pudo ver, como tradicionalmente se hace, a San Cosme y San Damián procesionando en las calles, para que todos los arnedanos sientan el orgullo de su ciudad, y para que navarros reclamen también su propiedad.
No faltó, eso sí, el himno que todos conocen tan bien, y que los asistentes al templo cantaron con su voz y con su corazón. Esta vez Monste Altozano, la pregonera navarra, no pudo asomarse al balcón consistorial. Tampoco pudo dar comienzo a esta fiesta que une a dos comunidades vecinas. No obstante, la pregonera quiso hacer un especial homenaje, y sus palabras no faltaron durante la celebración de la eucaristía.
Homenaje al pregón de Montse Altozano
