La Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental y Recursos Hídricos, ha dado a conocer a través de una nota de prensa que el aire que se respira en La Rioja ha mejorado con respecto al año 2019.
Las medidas de restricción de movilidad y limitación de las actividades no esenciales para evitar la expansión de la COVID-19 han tenido consecuencias positivas sobre la calidad del aire en La Rioja. En este sentido, la limitación del tráfico y el menor uso de la calefacción han provocado una reducción de los niveles de contaminación.
A través de varias estaciones de medición de calidad del aire, ubicadas en Logroño, Alfaro, Arrúbal, Galilea y Pradejón, se ha confirmado que se cumplen los objetivos de calidad tanto en zonas rurales como en las aglomeraciones urbanas.
El análisis de las concentraciones de contaminantes indica que la calidad del aire ha sido “excelente” en 2020, con más de un 93% de los datos válidos. Por tanto, en lo referente a la protección de la salud humana y al cuidado de los ecosistemas, “La Rioja se sitúa en unos parámetros favorables respecto al cumplimiento de los objetivos de calidad del aire”.
Por todo ello, La Rioja está en una situación de cumplimiento de los valores límite y objetivos marcados por las Directivas de la Unión Europea, al mismo tiempo que respeta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2), así como en situaciones prologadas en partículas PM2,5 y PM10.
