El puente de diciembre ha traído una de las celebraciones más importantes para los quintos de Arnedo. Y es que, como cada año en estas fechas, los jóvenes prendieron su tradicional hoguera de quintos. Eso sí, este año por partida doble.
Los quintos volvieron a revolver en la ciudad del calzado, pero no lo hicieron solos como cada año. Debido al coronavirus, los jóvenes que el año pasado debieron prender su hoguera, no pudieron hacerlo. Es por ello que este año se han celebrado dos hogueras.
Los jóvenes que el año pasado deberían haber celebrado su fiesta de quintos, se han unido a la quinta correspondiente a este año. Así, ambos, prendieron la mecha de su hoguera en la Peña Logroño y disfrutaron de un día intenso y lleno de fiesta.
El sábado los quintos del pasado año iluminaron con fuego y chispas el cielo de la ciudad. Tras ello, este martes día 7, como es tradición, los quintos de este año también prendieron su lumbre.
Todos estos jóvenes se abrigaron con gabardina y sombrero de paja. Tampoco les faltó en el atuendo la escoba, al menos, hasta que llegaron a la hoguera.
Se trata de una celebración muy esperada por los jóvenes. Ambas quintas comenzaron la fiesta temprano y almorzaron al ritmo de la charanga. Después comieron todos juntos para continuar más tarde la fiesta por el centro de la ciudad.
A las 19:30 comenzó un pasacalles con la charanga. En la escalinata de Santo Tomás se echaron la foto de grupo y de ahí se partió a la peña Logroño donde levantaron la hoguera. Después todos partieron a cenar al ritmo de la charanga. Los más trasnochadores se dieron cita al día siguiente en el desayuno y la tradicional merengada.
Un ritual de quintos que muchos arnedanos recordarán con cariño y emoción.