El Monasterio de Vico está ubicado en un bello enclave sobre el río Cidacos y su vega. Es el resultado de una dilata historia desde la Edad Media hasta la actualidad.
El origen remoto de este monasterio hay que buscarlo en los anacoretas visigodos que vivían en soledad en las cuevas de su entorno y grutas de la región.
La leyenda sobre su fundación cuenta que, a la llegada de los árabes, los cristianos escondieron una talla de la Virgen y que en el año 1045 un moro hacendado, el Kan de Vico, descubrió dicha imagen. Convertido tras el hallazgo, construyó a sus expensas una ermita donde se retiraría como ermitaño.
De esta época medieval los únicos restos que quedan son la cueva-iglesia situada al pie del monasterio y la talla románica de la Virgen de Vico.
En 1465 Fray López de Salinas a instancias de sus familiares, los Fernández de Velasco, señores de Arnedo, funda en este paraje un convento franciscano. A éste pertenecen el claustro del convento del S. XVIII y la Iglesia gótica del S. XVI y XVII que ha sido objeto de restauración, recuperando la cubierta de las dos bóvedas que se habían hundido a mediados del S. XX y la cripta ubicada bajo ella.
Los incendios de 1635 y 1766 y la desamortización condujeron a la ruina del edificio provocando su abandono por parte de los franciscanos. En 1884 fue adquirido por Salustiano de Olózaga que la convirtió en su residencia de verano, siendo restituido a la orden franciscana como seminario en 1952 por su nieta, Blanca de Olózaga, Baronesa de Benasque.
En 1975 el edificio fue donado por sus dueños de entonces a la comunidad de monjas cistercienses de Trapa que lo ocuparon en 1977. Estas transformaron el seminario en abadía y construyeron una hospedería monacal de nueva planta.
Actualmente se puede visitar la Antigua Iglesia barroca y la cripta, restauradas en 2017; la capilla utilizada por las monjas y la antigua sacristía de la primitiva Iglesia en la que se encuentra una Muestra de arte sacro creada en 2008, que contiene obras de arte de valor, que se han ido conservando con mucho esmero a lo largo de la vida de la Comunidad Cisterciense, que ahora habita en el Monasterio.
Para visitarlo es necesario contactar con el monasterio en el teléfono 941 380 295.
Fuente: Ayuntamiento de Arnedo